Lo más probable es que no haya habido colaboración, comunicación y puntos de control, que no se haya acordado un proceso ni se haya especificado con la granularidad necesaria. Se trata de una estrategia de contenidos mal planteada desde el principio. Evitar el uso de Lorem Ipsum no habría ayudado y no ayudará ahora. Es como decir que eres un mal diseñador, usa menos negrita, no uses cursiva cada dos párrafos. Cierto, pero eso no es todo lo que hace falta para que las cosas vuelvan a su cauce.
He oído el argumento de que el "lorem ipsum" es eficaz en el wireframing o el diseño porque ayuda a la gente a centrarse en el diseño real, o el esquema de color, o lo que sea. Lo que me mata aquí es que estamos hablando de crear una experiencia de usuario que será (nos guste o no) CONDUCIDA por palabras. Toda la estructura de la página o el flujo de la aplicación es PARA LAS PALABRAS.
Si eso es lo que piensa, ¿qué le parece al revés? ¿Cómo se puede evaluar el contenido sin diseño? Sin tipografía, sin colores, sin maquetación, sin estilos, todas esas cosas que transmiten las señales importantes que van más allá de lo meramente textual, jerarquías de información, peso, énfasis, acentos oblicuos, prioridades, todas esas señales sutiles que también tienen un atractivo visual y emocional para el lector. Los partidarios rígidos de la estrategia de contenidos pueden rehuir el uso de textos ficticios, pero entonces los diseñadores podrían pedirles que aportaran hojas de estilo.
Los sitios web de uso profesional utilizan sistemas de plantillas. Las plataformas de publicación comerciales y los sistemas de gestión de contenidos garantizan que se puedan mostrar textos diferentes, datos distintos, utilizando la misma plantilla. Cuando se trata de controlar cientos de artículos, páginas de productos para tiendas web o perfiles de usuarios en redes sociales, todos ellos potencialmente con distintos tamaños, formatos, reglas para distintos elementos las cosas pueden romperse, los diseños acordados pueden tener consecuencias imprevistas y tener un aspecto muy distinto al esperado.